La Paz, capital del Estado de Baja California Sur, es una hermosa y tranquila ciudad localizada en el Mar de Cortez a 1,500 kilómetros al sur de San Diego, California. Antes de que se terminara la carretera en los años 70s, La Paz fue un pueblo de pescadores con pocos visitantes y sólo por aquellos que pudieran llegar por medio de aviones privados. Luego la situación comenzó a cambiar.
Entre los años 70s y 80s, debido al aumento en la demanda de la construcción, muchas personas del interior de la república empezaron a migrar al estado en busca de trabajo. Muchos de los trabajadores regresaron a sus ciudades de origen dejando a sus hijos y esposas a su suerte. A algunos de los que decidieron quedarse no les fue posible encontrar trabajo de tiempo completo, y a los que sí lograban encontrar, eran trabajos donde les pagaban el sueldo mínimo, insuficiente para el soporte de sus familias. En estos casos, las esposas se vieron en la necesidad de buscar trabajos domésticos para ayudar en la economía familiar.
Un Comienzo Humilde. . .
En muchos casos los hombres trabajan como albañil y reciben un salario mínimo, el equivalente de $10 hasta $20 U.S. diariamente. Algunas de las mujeres buscan mantener a sus hijos por medio de trabajo como domésticas.
Las colonias Márquez de León, Laguna Azul, Villas de Guadalupe, y Vista Hermosa son unas de las colonias más pobres de La Paz, localizadas en la periferia de la ciudad. Ninguna de las viviendas tiene drenaje, (con excepción en Márquez de León, el cual fue instalado en 2011) no todas las casas tienen servicio de energía eléctrica y la mayoría están construidas con láminas. Muchas de las familias están compuestas de un solo padre o madre, y en otros casos, el padre no trabaja debido a limitaciones físicas o enfermedades. El alcoholismo y la drogadicción son problemas muy comunes en estas colonias. Algunas personas recurren a los basureros en busca de comida, ropa u otros artículos que puedan servir de utilidad.
Muchos de los niños y jóvenes de estas colonias trabajan lavando carros o parabrisas de los automóviles en las calles de la ciudad. En algunos casos, los hijos trabajan en las taquerías u otros negocios de la familia en vez de ir a la escuela; otros trabajan en los campos agrícolas para ayudar económicamente a sus familias.
. . . Una Semilla de esperanza
Queríamos hacer más para ayudar a estos niños que nos habían robado el corazón. Ellos estaban dispuestos a seguir en la escuela y continuar con su educación una vez terminada la primaria.
En 1996, algunos de los actuales voluntarios de Fundación Ayuda Niños La Paz, A.C., se involucraron con un pequeño programa de desayunos en una capilla perteneciente a la Iglesia Católica. Con la ayuda de donaciones de Club Cruceros de La Paz, A.C., asociación de extranjeros dueños de embarcaciones; y algunos miembros de la comunidad Mexicana, se dieron a la tarea de apoyar con la compra de alimentos para la elaboración de desayunos, tres veces por semana, en beneficio de 120 niños en promedio.
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La Paz: la temprana época
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